El Principe azul no existe

Por supuesto que las películas de Disney han contribuido con la fantasía del príncipe azul que bajará del caballo blanco, pero también nuestros madres han hecho su trabajo.

El príncipe azul no existe. Así lo aseguran las autoras Marilyn Graman y Maureen Walsh, en su libro “No hay príncipe…y otras verdades que tu madre nunca te contó”

En el libro, se resumen gran cantidad de pensamientos transmitidos de generación en generación, de madres a hijas. Algunos de ellos:

• Tu madre nunca te dijo que repetirías lo que tus padres te enseñaron aunque intentes no hacerlo.

• Tu madre nunca te dijo que la forma de ser de tu padre y el modo en que te trataba ejercería un gran efecto sobre ti y tus relaciones.
• Tu madre nunca te dijo que optar por cosas nuevas significa darle la espalda a lo que tú no necesitas.

Y ahora, ¿cómo seguir adelante sin un príncipe a quien buscar?

Deberás hacer tus deberes, confeccionándote las siguientes listas:

1. No empieces con las cualidades que quieres que tenga tu compañero sino con la lista: “Para qué quiero un hombre”.

2. Luego, en otro listado “los seis requisitos fundamentales” que debe tener un hombre para ti. Aunque esta es la parte antipática del asunto, estos ayudarán a detenerte a tiempo y no continuar con una relación que a la larga deberás terminar. Un ejemplo es si quieres tener hijos. Si para ti es un requisito fundamental, apúntalo. Y si conoces a un hombre que bajo ningún punto de vista quiere tener un hijo, ya sabrás qué hacer.

3. Continúa las “10 condiciones muy importantes”, pero no excluyentes. “Si sales con alguien que cumple con tus seis “requisitos fundamentales” y con muchas de las “condiciones muy importantes”, significa que es un buen partido. Y si responde sólo a tres de las “10 condiciones muy importantes” es probable que aún funcione, pero ya no tienes tantas posibilidades”

4. Siguiendo con las listas, enumerar los seis “no debe”. Si has tenido relaciones con hombres adictos, “no debe ser adicto” quizá deba ser el primer enunciado de la lista. Especialmente porque sabes que es uno de tus talones de Aquiles. Lo mismo si tuviste “ex” muy mujeriegos. Si sufriste por ello, “No debe ser mujeriego”, y así te evitarás un sufrimiento.

5. La última lista se denomina “sería maravilloso que…”. Aquí deberás incluir todos los atributos que te gustaría que tuviese un hombre, aunque no son excluyentes, ni muy importantes, ni tienen que ver con los “no debe”.